miércoles, 25 de enero de 2012

Las obsesiones

Una obsesión es un pensamiento , idea, repetitiva que no podemos abandonar, que se incorpora a nuestro diálogo interno o pensamiento paralelo, como yo lo llamo. Suelen ser intrusivas, en el sentido que no se tiene control sobre él y la persona es consciente que lo genera su propia mente, por lo que causa una gran ansiedad a quien lo sufren. Muchas veces son considerados pensamientos extraños por la persona, ya que no esperaría tenerlos.  Es frecuente las obsesiones sobre la salud (enfermedades, contaminación, ejercicio), dudas repetidas (si he apagado el gas, si he cogido las llaves, si he cerrado bien la puerta), sobre el orden (tener todas las cosas en su sitio en todo momento y de forma simétrica, ordenados por tamaño, colores u otros criterios).

Los pensamientos repetitivos que nos preocupan en la vida cotidiana, pueden parecer obsesiones, pero en realidad no se identifican con el sentido clínico del término, ya que cuando es una patología no es frecuente que estén relacionados con los problemas reales.

Sin embargo, es cierto que muchas personas nos sentimos realmente “atormentados” y “atrapados”, por esos pensamientos, que llegan a agobiarnos tanto que pueden desembocar en diferentes patologías.

Uno de los problemas de las personas que le dan muchas vueltas a las cosas, es que quedan absorbidos por sus preocupaciones y en ocasiones pueden padecer de insomnio, lo cual aumenta la preocupación, acelera el pensamiento y hace que la energía se oriente en direcciones equivocadas, dificultando la solución de problemas.

Fijaos que muchas veces, cuando algo nos preocupa mucho y no paramos de darle vueltas para ver cómo lo resolvemos, de repente cuando estamos haciendo otra cosa, ¡pam! Se nos ocurre la solución. ¿qué mecanismos o circuitos deben funcionar para que encontremos la solución a un problema, que le hemos dado tantas vueltas?

Cuando estos pensamientos son tan intensos y repetitivos que dificultan nuestra vida cotidiana, porque incluso hemos desarrollado conductas específicas para evitar tenerlos (compulsiones), debemos acudir a un especialista.

En nuestro día a día, podemos evitar  la preocupación excesiva teniendo en cuenta que en épocas de mucho estrés, debemos realizar un buen descanso, dormir las horas necesarias y alimentarnos correctamente. Por supuesto, realizar actividades que nos hagan romper con la rutina de la preocupación, no ayudará mucho. Si estamos preocupados por los temas del trabajo, nos irá bien descargar la adrenalina acumulada, haciendo ejercicio moderado, planificando actividades al aire libre con la familia o amigos para el fin de semana, etc.

Si estamos preocupados por temas de salud, será recomendable no aislarnos, relacionarnos con la gente, amigos, familia, que nos puedan dar apoyo, con los que nos sintamos protegidos y seguros.

Diferentes técnicas pueden ayudarnos con las preocupaciones diarias, desde un sistema de análisis de problemas, hasta una técnica de relajación o meditación, pasando por la detención de pensamiento o técnicas de imaginación.

Recordad que las aplicaréis de forma más eficaz y adecuada si tenéis la ayuda de un especialista.