martes, 18 de octubre de 2011

Maternidad /Paternidad


Durante mi embarazo,  sólo leí un libro: “Duérmete niño” de  Eduard Estivill. A medida que lo iba leyendo y desde mi formación como psicóloga cognitivo-conductual, comprendía técnicamente las explicaciones y metodología del sistema utilizado por el Dr. Estivill. Pero inmediatamente me surgió una duda: Cuando una mamá o papá aplica este método, ¿están realmente preparados para aplicarlo correctamente?

Evidentemente  la respuesta a esta pregunta es que no, motivo por el cual ha sido tan criticado este método. Pero ¿Es culpa del método? Mi respuesta es que no. Este libro te enseña a aplicar un método, pero no te enseña a prepararte psicológicamente para afrontarlo eficazmente, que por otro lado, imagino que no debía ser el objetivo del libro.

Para mí fue una herramienta muy útil. Lo apliqué desde el primer día que llegué a casa con el bebé. El método es claro, te explica todos los detalles, te prevee de las reacciones del niño, para que puedas actuar en consecuencia. Pero me encontré con que las personas que tenía a mi  alrededor, que no se habían leído el libro, no me ayudaban a mantener el estado de calma y tranquilidad en el que una mamá o papá debe estar para poder aplicar el método Estivill u otro cualquiera.

Aaahhhh!!! Aquí es cuando los que están a nuestro alrededor empiezan a hacer juicios de valor sobre como estamos actuando como padres y madres, a lo que evidentemente, los afectados reaccionan emocionalmente, pero siguen intentando aplicar “el método”, aumentando progresivamente su nerviosismo, transmitiéndolo al bebé que llora incesantemente, y cerrando el círculo con el fracaso de “el método”.

Mi objetivo no es alabar ni desacreditar ni el libro, ni el método ni al autor, sino reflexionar y hacer sonar las campanillas interiores de muchas madres y padres y de los profesionales de la salud, sobre un tema que tiene que ver con la gestión emocional de maternidad/paternidad, a la que hoy en día, nos tenemos que enfrentar solos, sin ningún conocimiento práctico previo, y sin pedir ayuda ya que nuestro entorno cree saber más que nosotros, cosa que frecuentemente, no aceptamos.

Desde mi perspectiva actual, les diría a los nuevos padres y madres que lo más importante es tener claro lo que uno quiere (cosa que no es nada fácil) para educar a sus hijos, aceptar que no será fácil, cargarse de paciencia y amor, dedicarse a conocer a su bebé y a crear una conexión fuerte y duradera, enseñando y aprendiendo al mismo tiempo sobre las emociones del ser humano.

¡Feliz maternidad/paternidad para los primerizos!! Y para los que ya lo han superado…ánimo y a por el segundo ;-)

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