miércoles, 29 de febrero de 2012

Adolescencia

Me ha sorprendido cuando preparaba este tema, observar que muchas publicaciones hablan de lo negativo que tiene la adolescencia. Es verdad que es un época de grandes cambios, no solo físicos, sino sobre todo psicológicos, y que se pueden adoptar actitudes de apatía o de agresividad contra una sociedad en la que no se ven reflejados ni identificados, pero me gustaría hacer mención de las cosas positivas que, desde mi punto de vista, tiene la adolescencia.

Uno de los aspectos más positivos de la adolescencia y de la juventud es la fuerza y energía que se puede mantener durante todo el día. Las  ganas de aprender y la curiosidad por lo desconocido, me parece una gran ventaja. Hay muchos adolescentes que estudian y trabajan, hacen deporte y tienen tiempo para salir con los amigos y charlar, de vez en cuando, con sus padres.

Oh, sí, los grandes temas de la adolescencia: los amigos, los padres, las actividades de ocio y las obligaciones. Todos sabemos que, en esta etapa, los amigos, el grupo, toma un gran protagonismo, importando mucho más lo que ellos piensen de nosotros, que lo que piensan nuestros padres o incluso nosotros mismos.

También toma especial relevancia las actividades que realiza el adolescente, ya que las ganas de experimentar cosas nuevas, de descubrir nuevos aspectos, los principios de independencia, pueden hacer que se desvien fácilmente de un camino, todavía no trazado.

Puedo deciros que preparando a opositores para cuerpos de seguridad, desde hace años, veo cada día adolescentes y jóvenes de 18, 19 años, y realmente puedo decir que hay algunos que están allí, porque sus padres les han animado y les pagan los estudios, casi por obligación, pero la sorpresa grata es que otros, tienen unos objetivos muy claros y unos valores importantes en la vida: quieren ayudar a otros, quieren hacer algo para que la sociedad sea más justa. Si suena un poco a tópico, pero si la mayoría de nuestros adolescentes tuvieran esos valores, seguramente tendríamos una sociedad mejor.

Otra ventaja de la adolescencia es el desarrollo del cuerpo. Es cuando nuestro cuerpo experimenta grandes cambios físicos. En estos momentos toma especial importancia la práctica habitual de algún deporte, no solo porque contribuye al mejor desarrollo de nuestros músculos, huesos, etc, sino porque equilibra los excesos de energía que acumulan nuestros cuerpos, lo que contribuye también a un mejor equilibrio mental y emocional.

Uno de los mayores problemas que me encuentro con adolescentes y jóvenes son los grandes miedos, que muchas veces se arrastran hasta la edad adulta. El miedo a qué dirán, qué pensarán los demás de uno mismo, hacen que el propio adolescente distorsione la imagen de si mismo, en diferentes grados.
La desmotivación es otro de los grandes dilemas. No saber qué hacer, qué me gusta y que no, quien soy, hacia dónde voy, y de dónde vengo, aunque formulados de otras formas, son cuestiones que agobian esas cabezas en desarrollo.

Y la parte emocional, como no. Es una auténtica montaña rusa hormonal que nos puede hacer cambiar de estado de ánimo en segundos, sin motivo aparente...o sí...de repente vemos la chica/chico que nos gusta y parece que el mundo se pare...es otro de los grandes acontecimientos de la adolescencia, el despertar sexual...no me digáis que no es positivo!!!

Resumiendo, los padres debemos procurar mantener canales de comunicación abiertos con nuestros hijos adolescentes. Ayudarlos a encontrar objetivos motivadores para llevar a cabo en los estudios, trabajando esporádicamente para ganar en independencia económica, entrenándose en asumir responsabilidades cada vez más importantes.

El deporte es una actividad que todos los adolescentes deberían practicar, y que los padres deberíamos apoyar, ya que incluso puede favorecer esa relación de comunicación, y de refuerzo positivo con la celebración de los éxitos y de aprendizaje de la frustración, en los momentos de derrota. También facilita otras habilidades como el trabajo en equipo, el esfuerzo, la responsabilidad y relaciones con otros adolescentes que comparten actividad.

También tiene que haber tiempo de ocio y diversión, siempre con responsabilidad. Una vez más las actividades al aire libre con la familia y amigos, en la montaña, bicicleta, u otros, es una oportunidad para mantener momentos de distensión, motivadores, que faciliten y refuercen los lazos y los canales de comunicación.

Muchos de los errores de la adolescencia se suplen con experiencia, pero es aprendizaje en propia piel es necesario y conveniente, siempre y cuando se tengan unos recursos mínimos para salir adelante si las cosas no salen según lo previsto.

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