domingo, 22 de mayo de 2016

Especie: Empático

Tener empatía, empatizar con alguien, leer sobre empatía, entrenarse para tener empatía con otros, practicar la empatía es una habilidad muy útil en un mundo social como el nuestro.

Pero que la empatía sea tu súper poder es otra cosa.

Es como escuchar el sonido de los engranajes cuando se ponen a funcionar, de los cerebros de aquellos que te rodean.

No sirve para preveer el futuro ni  las conductas de los demás, ni sus emociones, ya que cada uno es dueño de cambiar eso en cualquier momento, pero si sirve para entender porqué y para qué actúan las personas.

No sirve para manipular a otros a tu antojo, pero si sirve para ordenar las ideas desde fuera, cuando el propietario de las dudas no es capaz de ordenarlas y encontrar un camino satisfactorio y feliz para el mismo.

Ser un/a Empático/a, no es es sufrir lo que sufre la persona con la que interactúas, es comprender las consecuencias que puede generar en su vida ese sufrimiento y saber cómo va a afrontar una situación que le nubla.

No es sólo ponerse en los zapatos del otro, sino que es saber más sobre una persona, sobre como siente, piensa y procesa, es saber porque ha elegido unos zapatos concretos y cómo le ayuda esa elección en su día a día.

Ser un/a Empático/a consiste en reconocer los modelos de afrontamiento de cada persona, y poder transmitirle la confianza en que tiene disponibles esos recursos, que son suyos, que no tiene que seguir buscando fuera.

Ser un/a Empático/a es ser capaz de hacer aflorar esos elementos, porque sabes que están, porque los has visto en otras ocasiones.

Ser un/a empático/a es saber conectar con las palabras de cada interlocutor, su canal de comunicación preferido, su ritmo, su cadencia, su velocidad, su nivel de comunicación verbal y no verbal, para hacerle llegar un mensaje claro de dónde debe buscar sus propios recursos y recordarle cuáles son sus talentos.

Ser un/a empático/a es entender qué haría cualquier persona en las mismas circunstancias y con los mismos recursos de los que dispone una persona concreta, en un momento determinado.

Ser un/a empático implica no hacer juicios respecto a una persona o situación porque sabes que nada es verdad ni es mentira, nada es bueno o malo, nada es correcto o incorrecto. Siempre va a depender de la realidad de cada persona, de sus objetivos, de sus umbrales y de sus tolerancias.

El/la empático/a es capaz de regular la propia emoción en función de quien tiene delante y de las necesidades de cada momento, no para controlar, sino para animar, para calmar, para potenciar, para enseñar, para aprender, para reflexionar, para lanzar.

Ser un/a empático/a no se aprende en un día ni en un curso, se desarrolla durante años de consciencia de una habilidad propia, a veces escondida, pero siempre presente y de la experiencia de la interacción con muchas personas diferentes que te inundan con sus diferencias.

Como pasa con todos los súper poderes, hay quien los utiliza como héroe y quien los utiliza como villano.

Si quieres saber más sobre ser un/a empático/a seguro que entenderás que me encantará que me preguntes ;)



No hay comentarios:

Publicar un comentario