martes, 17 de mayo de 2011

En los momentos difíciles

Cuando tu perro está enfermo y el veterinario te dice que puedes hacerle mil pruebas y darle mil medicamentos para ver si se puede hacer algo por mejorar su salud, pero estás viendo que el animal no come, no se puede apenas levantar para hacer sus necesidades y ni siquiera se levanta de su cama cuando oye que llegas a casa, hay que tomar una decisión.
La razón dice que es mejor que el animal deje de sufrir, pero mis sentimientos hacia ella son fuertes y las lágrimas brotan de mis ojos, sin poder contenerme.
Mi cabeza va a toda máquina calculando los pros y contras de una decisión y de otra, en un intento por hacer lo correcto.
Me ayuda pensar en los momentos buenos que pasamos juntas, que han sido muchos y los recuerdo con mucho cariño. Pero sobre todo los momentos de compañía incondicional, en los que me he encontrado sola y ella ha estado junto a mí, por el día y por la noche, siempre conmigo en los últimos 14 años.
Me enseñaron que los seres queridos siempre perduran en la memoria, y que se debe hacer todo lo posible por hacer feliz y ser feliz con ellos antes de que esos seres queridos ya no estén.

Quizá en el último año he estado demasiado ocupada para hacerla feliz. Nunca te olvidaré Nuca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario