domingo, 8 de mayo de 2011

Para mamás y papás

Ayer sábado, fué uno de los días más placenteros de los últimos años, entendido desde el punto de vista de mamá con niño de 3 años.
Por la mañana, el peque se levanta a las 8:30 de la mañan y me viene a buscar a la cama con una sonrisa. Aunque tengo bastante sueño, me levanto y paso parte de la mañana jugando con el y enseñándole algunos juegos infantiles por internet. Una vez se levanta el papá, el día mejora por momentos. Se queda con el peque, ocupados en sus juegos y yo me puedo dedicarme "a mí". Decido depilarme tranquilamente e incluso puedo poner mi música preferida en el MP4: cuanto tiempo hacía...
A la hora de comer llevamos al peque con sus abuelos porque nosotros hemos quedado con otra pareja para ir al cine y cenar (parece increible!!). Después de comer tranquilamente, (esta palabra la he tenido que volver a memorizar y buscar en el diccionario), me he podido vestir, arreglar, pintar y peinar, sin prisas.
Hemos visto una peli bastante mala pero con muchos efectos especiales, y hemos pasado un buen rato charlando con nuestros amigos y mirando a los ojos a mi pareja (normalmente las miradas las utilizamos para comunicarnos sobre nuestro hijo, sin tener que decir nada). Después un cafetito en una terraza, más charla, y a dormir, dormir, dormir...dormir toda la noche de un tirón. Y despertar a las 11h de la mañana.
El resto del día y de la semana que empieza, se afronta de otra manera.

Creo que este es uno de los hábitos más saludables para los padres, sobre todo si uno se vuelca mucho con los peques. Nosotros llevamos un promedio de una vez cada tres años!! ¿Cómo lo resolverán otros padres?

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